miércoles, 20 de octubre de 2010

Los negros en la colonia

En el siglo XVI no solo llegaron los invasores hispanos con su cristianismo y enfermedades, también llegaron a nuestras costas los africanos, que en un inicio fueron traídos en calidad de esclavos, cabe recordar que cuando Alonso de Molina descendió en TUMBES lo hizo con un negro que causó una fuerte impresión en los indígenas (esto fue durante el segundo viaje de Pizarro).
Como ya se mencionó los primeros negros fueron esclavos, pero al pasar el tiempo encontramos negros libertos y cimarrones, además de una serie de nombres que recibían por su condición u ocupación; a continuación se hará un recuento de las principales denominaciones que tenían los negros en la colonia:
a) Piezas de ébano: eran los negros esclavos, tratados como mercancia, es ecir se compraban y vendían. La posesión de gran cantidad de esclavos era motivo de admiración entre la nobleza y el populacho.
b) Los libertos u horros: estos negros habían comprado su libertad o se la habían concedido por gracias (voluntad de su amo), los que compraban su libertad lo hacían a travé del ahorro que conseguían cuando sus amos los alquilaban (el negro obtenía un porcentaje para su alimentación y de allí ahorraba para comprarse). Los horros luego se dedicaban a trabajar para liberar a su mujer y sus hijos.
c) Los Cimarrones: eran los esclavos fugitivos, estos habían huido de las haciendas u otros centros de explotación; los cimarrones para autosostenerse se dedicaron al robo, ellos se concentraban en palenques (ranchos) donde formaban una comunidad que se brindaba protección.
d) Los Mogollones: estos personajes eran negros especializados en la persecución de sus hermanos de color, es decir se dedicaban a perseguir a los cimarrones.
e) Los Bambos: aquí encontramos a los negros infantes, los niños.
e) Los Muleques: en este grupo se encontraban los negros adolescentes.
f) Los Ladinos: eran los negros que habían aprendido el castellano.      
Luego de la breve mención de las diversas denominaciones de negros en el Perú colonial pasaremos a ver que la comunidad negra no fue cerrada sino que se entremezclo con la sangre indígena y la blanca, de la unión de un negro y un nativo emergía el zambo y cuando un blanco se reproducía con una negra salía el mulato (moreno sacalagua)
Finalmente los negros fusionaron sus costumbres con las andinas y españolas de esa forma nació la cultura afroperuana, como dijo Ricardo Palma "en Perú quien no tiene de inga, tiene de mandinga".

Visitas e historia colonial

Las  visitas son importantes para el estudio de la Historia colonial temprana porque constituyen una fuente que nos otorga una versión diferente sobre el siglo XVI peruano. Analizando adecuadamente estas inspecciones burocráticas se nos amplia nuestro entendimiento sobre las crónicas. Las visitas por su propia naturaleza van más allá del mero relato de hechos y personajes importantes, como lo plantean los etnohistoriadores, los interrogatorios en las visitas nos dan una versión distinta a la dada por la clase dominante a la llegada de los invasores españoles al imperio de los Incas.
Actualmente para los historiadores y etnohistoriadores del siglo XVI, las visitas se han vuelto fundamentales para comprender el desarrollo histórico posterior a la caída del Imperio de los Incas y la desestructuración del mundo andino. Los arqueólogos y etnólogos también las utilizan para recrear el mundo andino. Las visitas para ser comprendidas cabalmente necesitan la interdisciplinariedad de las ciencias sociales (antropología, sociología y otras). El historiador que moderno debe de saber que como toda fuente la Visita necesita ser sometida aun análisis hermeneútico exhaustivo, no se la debe de tomar como un documento que de información 100% “pura” pues el proceso de recolección de información se ve sujeto a una serie de presiones externas.
Debemos de recordar que las visitas son importantes para el estudio andino, pero no se debe de caer en el craso error de creer que son la única fuente válida, las visitas son un testimonio histórico más del devenir andino. Las visitas no tienen por objetivo reemplazar a las tradicionales crónicas sino que deben ser utilizadas para que a través de una compulsa sistemática con las crónicas se pueda llegar a una mejor  comprensión del mundo andino.
A través de las visitas se nos hace posible reconstruir historias locales y regionales a través de ellas se han obtenido versiones diferentes a las difundidas o impuestas por los descendientes de los Incas.  Al analizar diferentes unidades étnicas o ayllus  de diversas regiones a través de las visitas estas  nos permiten conocer las relaciones políticas y sociales de dichas poblaciones incluso sobre las épocas anteriores a la llegada del imperio Incaico.
Las visitas han transformado nuestra visión del mundo prehispano, pero eso no hubiera sido posible sin la participación de una serie de historiadores y etnohistoriadores que las valoraron, entre ellos tenemos a Waldemar Espinoza (UNMSM), John Murra, Franklin Pease (PUCP), Alejandro Málaga, Noble David Cook, María Rostoworoswky y Frank Salomon (FLACSO).
No debemos de olvidar que las visitas brindan a los historiadores informaciones sobre geografía, demografía, economía, sociedad, política, religión, caciques, personajes y sobre la burocracia española. Desde el punto de vista histórico las visitas rompieron una barrera en el estudio del mundo andino, pues nos permitieron conocer que pensaban los vencidos por los incas, aunque al igual que las crónicas lo hicieron a través de los españoles.